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ESCRITURA ESPONTÁNEA Y ROPA VIEJA

ESCRITURA ESPONTÁNEA Y ROPA VIEJA Unas veces, salen sin pedir permiso y te piden que las pongas en algún lugar, como si estuvieras hablando y a las palabras se las llevara el blog. Otras veces, las encontrás en borradores que habías descartado y las ponés así, revueltas, desordenadas, como la ropa vieja que se cocina con lo que quedó de la noche anterior. Palabras que desean tocar, pellizcar, acariciar, poner la oreja y encontrarse con otras que al igual que ellas desean salir de alguna garganta.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Las voces que nos habitan

¿Quién habla cuando habla un niño?
¿quién habla cuando habla un escritor?
¿quién habla cuando habla una suegra, cuando habla un marido, cuando habla un padre…?
¿quién habla cuando habla un jefe, cuando habla un director, cuando habla un alumno…?
¿quién habla cuando habla un político, cuando habla un militante, cuando habla un taxista…?

Estamos habitados por las voces de nuestra propia historia,
por las voces de las  historia de los otros,
por nuestros miedos y los de los demás,
por nuestros juicios y prejuicios,
por nuestros deseos;
por las voces de quienes hemos querido y de quienes hemos temido;
por las voces de quienes hemos conocido y de quienes imaginamos….

Somos una gran multitud que vive en soledad….

martes, 10 de mayo de 2011

Sinfonía inconclusa de los vientres


Una muchacha alquila el vientre.
Su voz suena metálica y desesperada
hijos con hambre esperan en silencio
la dulce música de un pan crujiente

La sinfonía está por comenzar.

La campana de la iglesia se horroriza,
otras muchachas venden sus  hijos
mientras los compradores la escuchan orgullosos
antes de almorzar, cada domingo de misa

escuchen con atención la sinfonía, no la dejen de escuchar

Parejas de mirada triste y manos abiertas
llenan papeles y deambulan perdidos
por una ruta incierta  de biromes y de sellos
que los atrapa siempre ante la misma puerta.

cuatro compases de llanto sostenido, piano piano

Vientres vacíos cantan su dolor
Vientres sin útero murmuran estériles su agonía
Vientres jóvenes se llenan sin hacer el más mínimo ruido
Vientres con historias perdidas, recitan su pasado

Se entremezclan todos en una melodía que suena caprichosa,

Corazones desgarrados laten casi sin aliento
Corazones recién llegados se apuran por vibrar 
Corazones apagados antes de nacer gritan auxilio sin respuesta
 Y luego pasos, y más pasos y más pasos

Todos formando un ritmo sincopado
base de una melodía que tarareamos sin pensar
Bajo continuo de llantos encadenados entre  pianos y fortes que se ceden el turno
Música cotidiana que no deja de sonar

Sinfonía inconclusa

domingo, 8 de mayo de 2011

Tirar al aire...



Una mañana, cuando el sol recién se esté asomando en el horizonte...
vendrá una nave a buscarme.
Una nave fina como la chapita de una gaseosa.
Y voy a irme sin decir nada.
Y cada vez que alguien abra una botella se acordará de mí.