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ESCRITURA ESPONTÁNEA Y ROPA VIEJA

ESCRITURA ESPONTÁNEA Y ROPA VIEJA Unas veces, salen sin pedir permiso y te piden que las pongas en algún lugar, como si estuvieras hablando y a las palabras se las llevara el blog. Otras veces, las encontrás en borradores que habías descartado y las ponés así, revueltas, desordenadas, como la ropa vieja que se cocina con lo que quedó de la noche anterior. Palabras que desean tocar, pellizcar, acariciar, poner la oreja y encontrarse con otras que al igual que ellas desean salir de alguna garganta.

domingo, 8 de enero de 2012

Algunas verdades de Perogrullo


Si afirmo que:

·             Las mujeres hablamos con los ojos. Lo que sale de nuestro labios puede o no, confirmarlo.  No te arriesgues a dar crédito sólo a las palabras.

·             Las mujeres esperamos que los hombres digan aquello que jamás van a decir. Porque cuando – finalmente lo dicen – deja de ser aquello que queríamos escuchar.

·          A las mujeres nos enamoran de los hombres, aquellos detalles que luego intentaremos corregir. .

·      Las mujeres queremos que nos sorprendan con aquello que jamás les haremos saber que nos gusta.

·        Cuando las mujeres  damos señales eróticas no necesariamente estamos pensando en el sexo. Sólo queremos chequear qué tan distraídos están los hombres.

·         Cuando el hombre, finalmente, ha logrado comprender  el motivo de nuestro llanto debería hacérnoslo saber, ya que – para nosotras – sigue siendo una incógnita. 

·         Cada carcajada de un hombre con sus amigos, es vivido por las mujeres como una pequeña traición.

·         Cuando un hombre cuenta en público algo que aún no le ha dicho a la mujer, más tarde  deberá hacerse responsable de ocultación de la información.

...¿no estoy diciendo más que una verdad de Perogrullo?, ¿o estoy metiéndome en una temible discusión de género?