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ESCRITURA ESPONTÁNEA Y ROPA VIEJA

ESCRITURA ESPONTÁNEA Y ROPA VIEJA Unas veces, salen sin pedir permiso y te piden que las pongas en algún lugar, como si estuvieras hablando y a las palabras se las llevara el blog. Otras veces, las encontrás en borradores que habías descartado y las ponés así, revueltas, desordenadas, como la ropa vieja que se cocina con lo que quedó de la noche anterior. Palabras que desean tocar, pellizcar, acariciar, poner la oreja y encontrarse con otras que al igual que ellas desean salir de alguna garganta.

jueves, 16 de junio de 2011

Con el sol en el bolsillo

Es una mañana gris.
Saco el sol del bolsillo de las cosas importantes.
Lo miro y después de un pequeño instante, me lo pongo de sombrero.
De a poco siento cómo mi cabeza comienza a calentarse.
 Y se me ocurren ideas fogosas que me alejan del gris del día.
Y me parece que esto va a durar, incluso, hasta muy entrada la noche.
Y que mi sol va a calentar las cabezas de los que estén a mi alrededor, si por esas causalidades, ellas están grises como el día.
Entonces vamos a vernos bien de cerca, hasta el más mínimo detalle, que incluye el alma.
Y aunque sea por un rato se van a iluminar esas zonas que siempre están viendo tinieblas y lluvias y huracanes.
Me gusta tener un sol en mi bolsillo de las cosas importantes.
Por las dudas. 

1 comentario:

  1. me encantó! yo le pediría a esta señora fogosa que me preste su sol un rato para esos días grises, tal vez después de probarlo me dan ganas y me inventó el mío propio.
    Flavia

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