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ESCRITURA ESPONTÁNEA Y ROPA VIEJA

ESCRITURA ESPONTÁNEA Y ROPA VIEJA Unas veces, salen sin pedir permiso y te piden que las pongas en algún lugar, como si estuvieras hablando y a las palabras se las llevara el blog. Otras veces, las encontrás en borradores que habías descartado y las ponés así, revueltas, desordenadas, como la ropa vieja que se cocina con lo que quedó de la noche anterior. Palabras que desean tocar, pellizcar, acariciar, poner la oreja y encontrarse con otras que al igual que ellas desean salir de alguna garganta.

domingo, 3 de abril de 2011

Una mancha más al tigre

Holaaa arruguita!! Bienvenida a mi cara; dejá las cosas por ahí y ponete cómoda. Te presento a tus vecinas: las de los ojos, las de la frente y a tus nuevas compañeras, las de los labios. Mirá, en cuanto lleguen unas más va a quedar listo el acordeón, así que mientras tanto andá practicando las actividades cotidianas; sólo un poco de gimnasia a la hora de los besos y los mates.
No…no tengas miedo, nadie te va a hacer daño; fijate qué bien cuidadas están las demás; nada de laser, ni de botox; mucho menos de bisturí. Pero eso sí, andá habituándote a las humedades de las cremas y muuuy de vez en cuando al barro de las termas de Copahue o al de San Marcos Sierra. Vas a tener que disculparme la falta de rutina en la que vivimos; si sos un poco obsesiva tendrás que acostumbrarte a las irregularidades de mi humor. Algunas veces habré de quererte, como hoy, que recién entrás en mi vida y justo estaba recordando lo que mi hijo mayor dice siempre acerca de “las arrugas de la experiencia”; otras, tendrás que soportar las sequedades climáticas a las que te someteré porque no siempre confío en los tratamientos y cada tanto me cuelgo; sobre todo a la noche, cuando el sueño me empieza a fastidiar y todavía no me decidí a buscar los frascos que te disimulan (perdón…no es que sienta vergüenza de vos, pero…los hombres...¿viste como son?)
Como verás, no tenés que preocuparte por tu lenta desaparición. Vas a conocer algunos productos que te ataquen con todas sus fuerzas, pero no pierdas las esperanzas, no tengo la paciencia suficiente para mantenerlos; ni el dinero, ¡que hay tantas otras cosas en qué gastar! Lo más seguro es que te topes con cremas de esos libritos que te dejan en tu casa; a veces se los compro a alguna compañera de trabajo o a la nieta de la señora que cuida a mi papá y no es que no los use, pero lo cierto es que casi siempre aparecen vencidos en el placard del baño y termino tirándolos a la basura.
Dentro de todo sos una privilegiada, porque desde hace mucho tiempo me empecé a preparar para recibirte. Siempre escuchaba que las de los labios, son las arrugas más difíciles de sacar y paso seguido, también me decía que, a pesar de eso, no iba a dejar de tomar mate, ni de dar besos con ruido; o de pronunciar las “u”, que, aunque no te creas son bastante usuales. Mirá….¿no te digo?…¡usuales!, ahí ya tenés dos.
Ni ahí podría dejar de decir: cuento, mucho, tú, puta, puchero, nunca.
Así que, bienvenida a mi cara arruguita, que hoy me encontraste de buen humor y con la firme intención de no perder mi dignidad

1 comentario:

  1. No se bien por que, pero me saco una lagrima, muy bueno silvita

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