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ESCRITURA ESPONTÁNEA Y ROPA VIEJA

ESCRITURA ESPONTÁNEA Y ROPA VIEJA Unas veces, salen sin pedir permiso y te piden que las pongas en algún lugar, como si estuvieras hablando y a las palabras se las llevara el blog. Otras veces, las encontrás en borradores que habías descartado y las ponés así, revueltas, desordenadas, como la ropa vieja que se cocina con lo que quedó de la noche anterior. Palabras que desean tocar, pellizcar, acariciar, poner la oreja y encontrarse con otras que al igual que ellas desean salir de alguna garganta.

miércoles, 13 de julio de 2011

A calzón quitado...


No sé si siempre soñé con casarme y tener una familia feliz.
Si sé que Los Ingalls jamás fueron un modelo a  seguir en mis tiempos jóvenes. Aunque de más chica reconozco haber tenido algunos deslumbramientos fetichistas por esa serie...
...Esa mujer, con una capota que le borraba hasta la vagina; siempre juntando moneditas para llegar no sé a dónde….
…y él, mi  ídolo de una infancia con Bonanza temporada uno, que todo lo comprendía. TODO. ¡TODO! ¿TODO? ...Y esa sonrisa boba...y esa cara de responsabilidad ilimitada...
…las nenas, de tan buenas que eran, me resultaban inalcanzables y me hacían sentir fea y egoísta por no aportar en la casa más que mis impertinencias a la hora de rehusarme a lavar los platos, cada mediodía.
Tanto peor cuando la mayor quedó ciega. ¡Cómo envidiaba esos lentes!, porque lograron un punto de conflicto en franca ascendencia que les hacía fruncir el seño aún más  a los padres y amarrocar una mayor proporción de monedas en ese frasquito mágico.
De alguna manera también envidiaba el frasquito, por mi incapacidad de ahorro en un país que tampoco lo favorecía.
Ni qué hablar de Cándido Pérez y Señora, La Nena, Mis hijos y yo, o La Familia Falcón….
….¡juntitos, juntitos, juntitos…un padre, una madre, unos hijos y un tío solterón!
(Creo que en la canción también nombraban al perro y /o al abuelo, pero no estoy muy segura de ello. Lo mismo da)
 En aquellos tiempos no recuerdo un contra modelo de familia dentro de la oferta televisiva.  Los Simpson y Padres de Familia marcan una etapa en la que ya comenzaba a adivinar mis errores maternos.

Pero me casé y tuve hijos.
Y en los tiempos de crianza nos abrazó el amor.
Y el juego compartido.
Y los mimos.
Y apareció el frasquito que nunca terminaba de llenarse porque siempre nos ganaba la ansiedad de gastar las monedas en algo más pequeño e inmediato. En vez del viaje de vacaciones, con unos chocolates alcanzaba para satisfacer una noche de películas.
Y no hubo “lentes”, ni seños fruncidos por algún problema irresoluble.
Y muchos nos empezaron a llamar Los Ingalls. Aunque, en la medida que fue pasando el tiempo, también nos veíamos en el espejo de Los Simpson. Como les ocurrirá a casi todos, supongo.

Lo cierto es que hoy cargo con el peso de haber criado a mis hijos en un entorno de amor sabido por todos, desde el lenguaje hasta los gestos.¡Si hasta dejé de teñirme el pelo para que la tintura no atravesara la placenta y los intoxicara! 
Y ya grandes, algunos de ellos comentan en determinadas circunstancias, que tuvieron una infancia demasiado feliz y una adolescencia cómoda. Y que a la hora de resolver situaciones difíciles, se pierden un poco en la marea. Más aún, ¡cómo hacer para encontrar a alguien a quien amar durante toda la vida!, siguiendo el modelo de sus padres.

Y es en esos momentos , en los que recuerdo a una mujer con la que luché todos los años que fui directora en un jardín de infantes, porque  llevaba a sus hijos a la playa atados con una correa de perro  y permitía que cuando se quedaban solos en la casa comieran la polenta de la mascota. Y cuando yo la increpaba,  me decía que eso los iba a fortalecer de grandes, pero para eso había que criarlos sufriditos. ¿Qué será de esos niños, hoy?, seguramente portaran títulos y honores logrados a los cachetazos. Tal vez aún siguen atados del cuello de la madre. Quién lo sabe y qué más da.

Lo cierto es que tarde descubrí que no existe la educación perfecta,
ni la vida sin bemoles,
ni la leche sin pelos
ni el pajar sin agujas.

Y que el que amanece más temprano, sólo  se perdió un buen  desayuno en la cama. 

1 comentario:

  1. en la refrescadita me quedé colgada con el horror de esa mujer que criaba a sus hijos "sufriditos" y me quedo pensando de dónde salen los asesinos sereales, los violadores, los genocidas?

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