En los pequeños actos de la vida cotidiana suceden las cosas que verdaderamente nos importan. Las rupturas y discontinuidades que irrumpen cada día son las que hacen que los recordemos a unos, más que a otros. Mi intención en este blog, es la de acopiar historias, relatos, reflexiones, anécdotas, sensaciones que privilegien el día a día, para que alguna vez puedan ser contados.
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ESCRITURA ESPONTÁNEA Y ROPA VIEJA
ESCRITURA ESPONTÁNEA Y ROPA VIEJA
Unas veces, salen sin pedir permiso y te piden que las pongas en algún lugar, como si estuvieras hablando y a las palabras se las llevara el blog. Otras veces, las encontrás en borradores que habías descartado y las ponés así, revueltas, desordenadas, como la ropa vieja que se cocina con lo que quedó de la noche anterior. Palabras que desean tocar, pellizcar, acariciar, poner la oreja y encontrarse con otras que al igual que ellas desean salir de alguna garganta.
miércoles, 9 de marzo de 2011
¿Cereza o certeza?
En un párrafo del libro La buena terrorista de Doris Lessiing, leí sobre un personaje “era dura como una certeza”, allí donde decía “dura como una cereza”. Y me pregunto ¿qué otra cosa además del carozo, tiene de duro una cereza? En cambio una certeza no tiene partes blandas, por donde la mires, es dura, tajante, irremediable y cerrada. No hay nada blando en una certeza. Me pregunto si será un error en la traducción, en la edición de bolsillo o si quizás pude haber encontrado una mejor referencia a aquel personaje.
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pido disculpas....pero una certeza no es irremediable si tiene fundamentos.En fin, creo , que en este caso se trata el tema un tanto subjetivamente.Saludos cordiales.
ResponderEliminarGracia por el comentario. Y si, es absolutamente subjetivo. Es que venimos de paradigmas en los que las certezas se instalaron como pensamiento único. Y me gusta pensar en la idea de que no son eternas. Será que estoy en la etapa de desaprender...otra vez gracias, por pensar conmigo...
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