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ESCRITURA ESPONTÁNEA Y ROPA VIEJA

ESCRITURA ESPONTÁNEA Y ROPA VIEJA Unas veces, salen sin pedir permiso y te piden que las pongas en algún lugar, como si estuvieras hablando y a las palabras se las llevara el blog. Otras veces, las encontrás en borradores que habías descartado y las ponés así, revueltas, desordenadas, como la ropa vieja que se cocina con lo que quedó de la noche anterior. Palabras que desean tocar, pellizcar, acariciar, poner la oreja y encontrarse con otras que al igual que ellas desean salir de alguna garganta.

lunes, 21 de marzo de 2011

EXPERIMENDO: UN ROSCAZO AL CORAZÓN

Querido lector: sabrás que la palabra “experimento” significa para el diccionario: “probar prácticamente la eficacia y propiedades de una cosa; sentir algo como un cambio o un sentimiento”
Pero si te tomás el atrevimiento de cambiar tan solo la letra “t” por la “d” - ¡mirá qué poquito te estoy pidiendo! - observarás cómo te cambia la geografía. Y de pronto, sin saber por qué, te encontrás en San Luis preguntándote cómo una sola letra puede provocar tanto alboroto.
Experimendo no está en el diccionario ni en los libros; no te da puntaje, ni otorga premios. No se propone objetivos, ni se plantea metas; no tiene prólogo ni epílogo.
Experimendo es simplemente:
el sol adelante, la luna detrás;
abrir y cerrar la tranquera;
nutrir los duraznos;
descubrir el uvasal;
la plaza del pueblo;
una casa que rueda sorteando curvas al compás de la cumbia;
un réquiem, un madrigal;
una amo con tres perros hablando en alemán;
un estallido de carcajadas que acaba con tus mandíbulas;
poesía y desparpajo, en el mismo momento;
escenarios que parecen inventados, pero que están ahí aunque no lo creas;
un bombón con motor de cosechadora;
un puchero dividido en dos;
una palabra que te llega hasta la médula y te deja las orejas más grandes que la lengua;
un silencio profundo a la luz de la luna - llena - única;
una guerra de uno contra todos hasta que te dan el permiso de revertirla;
abrazos osos y agarradores;
una niña perfecta que parece de celulosa y sin embargo es de piel;
palabras que salen sin pedirle permiso a la Norma;
un piropo que te deja colorada;
un niño fastidioso que quiere comer puchero;
siete acertijos que encuentran respuesta y allá ellos lo que harán con ese hallazgo;
una fórmula secreta para practicar cada mañana.
Experimendo… ¡es un roscazo al corazón!
¡Gracias, Casero!

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